Pequeños hábitos para ser mejores padres y madres | Colegio Sn. Ángel de Puebla

Pequeños hábitos para ser mejores padres y madres

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Pequeños hábitos para ser mejores padres y madres

Educar a un pequeño es un reto al que ningún otro se le parece. Por supuesto, no hay recetas 100 por ciento seguras, puesto que las necesidades, los métodos y la eficacia de estos cambian de acuerdo a los contextos. Sin embargo, en el Colegio Sn Ángel sabemos que las ciencias modernas, tanto sociales como experimentales, han traído luz acerca de algunos hábitos que pueden auxiliarnos en esta tarea.

Es por ello que, haciendo caso a los avances en el conocimiento pedagógico, te presentamos 10 hábitos que te ayudarán a brindarles una formación eficaz y humana a tus pequeños:

1.       Predica con el ejemplo

Así sucede con todos los seres vivos, y los humanos no somos la excepción. Si queremos que nuestros pequeños coman saludablemente, deben vernos comer saludablemente. Lo mismo sucede con hábitos como la lectura, el estudio, o el cuidado de otros. Esto no significa que los pequeños serán una copia idéntica a nosotros, sino que tendremos una influencia superlativa con nuestros actos.

 

2.       Tiempo de calidad

Hay que pasar suficiente tiempo con los pequeños y hacer de este tiempo algo divertido y útil. No se trata de estar 24/7 con el pequeño, sino de establecer tiempos constantes y de calidad para atender las necesidades físicas, afectivas y de crecimiento. Estas necesidades se transformarán a medida que el niño crezca. Los padres deben estar preparados para ello.

 

3.       Comunicación

Una definición de comunicación es la de poner cosas en común. Hablar con nuestros pequeños no significa que simplemente nos cuenten lo que les pasa, sino interesarnos en sus ideas, pensamientos, situaciones y problemas. Esto logrará que se creen verdaderos vínculos perdurables que nos ayudarán a comprenderlos y que ellos comprendan lo que nosotros esperamos.

 

4.       Resolución de conflictos

No hay que evadir los conflictos, sino solucionarlos. Cuando los problemas sean familiares, es bueno escuchar sus ideas; cuando los problemas sean los suyos, habrá que incentivarlos a encontrar un camino de resolución. Aprender esto servirá para gestionar emociones y lograr una convivencia más positiva en la escuela, así como un mejor rendimiento académico

 

5.       Reconoce los logros

La estimulación positiva es fundamental en el crecimiento, incluso cuando somos adultos. Reconocer los logros de nuestros pequeños ayudará a su confianza y autoestima. Esto implica también encontrar lo positivo en sus errores y ayudarlos a encontrar la solución a ellos.

 

6.       Agradece

Ser agradecidos con ellos, pero que también ellos vean que eres agradecido con tu entorno. Agradece por las cosas simples y agradece a las personas que forman parte de tu vida. La gratitud forma mejores personas y mejores comunidades, haciendo entender a los pequeños que somos un cuerpo social en el que todos somos importantes.

 

7.       Sé amable

Trata bien a las personas, sin importar si son grandes o pequeñas, si tienen un estatus social superior o inferior al tuyo. Los niños deben saber que ser bueno con los demás es la clave para que todos estemos bien. Cambia la idea de la caballerosidad y la buena imagen por la de la amabilidad. Esto reforzará la valía de los demás y la propia valía de tu hijo o hija

 

8.       Que sean conscientes del mundo

No mantengas a tus hijos en una burbuja. Sal con ellos a conocer la comunidad, a platicar con sus miembros, y ve más allá: que conozcan su ciudad y los problemas que en ella existen. Sabrán que no viven en lugares perfectos, pero que siempre pueden mejorarse, Esto les dará una perspectiva realista y optimista, y dotará de sentido a los contenidos que aprende en la escuela

 

9.       No suprimir emociones

Por mucho tiempo se creyó que la tristeza, la ira, o el asco eran emociones negativas. Hoy sabemos que no es así, que son expresiones naturales que forman parte necesaria de todos nosotros. Lo importante es aprender a gestionarlas para que nos sean útiles y no destructivas.

 

10.   Autocuidado

Lavarse los dientes, comer sano, mantener ordenada la habitación, son algunos hábitos simples que nos ayudan a iniciar el camino del autocuidado. Ser honestos, conocer y respetar su cuerpo, quererse y aprender a decir “no”, son ideas fundamentales que pueden prevenir problemas mayores.

 Si quieres conocer más sobre esto, acércate a los especialistas que en el Colegio Sn Ángel tenemos para apoyarte. 

Redacción Sn. Ángel

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