¿Cómo enseñar nutrición a los niños?
Ofrecemos algunos consejos para padres enfocados en cuidar la salud de sus pequeños
Por Redacción Sn. Ángel
El énfasis en la nutrición y en una vida saludable es una de las revoluciones que ha tenido la educación en los últimos años. Esto ha sido necesario sobre todo en países como México, donde la mala alimentación es una de las principales causantes de enfermedades crónicas que aquejan a la sociedad. Es bien sabido que en las mediciones internacionales nuestro país lidera los índices de sobrepeso, obesidad y de padecimientos como hipertensión o diabetes.
Por ello, las escuelas se han intentado transformar en lugares seguros para la nutrición de los pequeños, si bien no todas han conseguido el éxito deseado.
Una de las principales características de los modelos exitosos es la inclusión de la Nutrición en el currículo, es decir, integrar la educación alimenticia como una asignatura o como parte sustancial de las asignaturas existentes, sobre todo la que en nuestro país es conocida como Educación Física.
De esta forma los conocimientos relativos al tema son aprehendidos por los niños, haciéndolos parte de su vida cotidiana y no existiendo sólo como ideas lejanas, provenientes del marketing y la moda.
En el Colegio Sn. Ángel, conscientes de la importancia de una vida sana para nuestros estudiantes, y haciendo eco a nuestro deber de escuela humanista, hemos creado lazos educativos con instituciones como Knotion, para integrar la nutrición a nuestras clases desde preescolar hasta secundaria, al mismo tiempo que integramos temas importantes de salud en nuestro bachillerato internacional.
Pero, seguros de que la salud de nuestros pequeños sólo puede protegerse a través de una alianza educativa entre la escuela y la casa, compartimos algunos consejos para fomentar una alimentación balanceada en casa.
1. Escucha activamente lo que ellos aprendieron en clases.
Deja espacio para el diálogo en el que tu hijo o hija pueda contarte los temas de nutrición que se vieron en clases. Intenta que lo aprendido en la asignatura pueda ser llevado al plato de la comida. Los chicos se sentirán escuchados y podrán comprobar lo divertido que puede ser escoger la comida de forma inteligente.
2. Haz divertido el súper
Compres la despensa en línea, o en persona, deja que tus hijos participen de las compras. Permíteles escoger entre distintas opciones de alimentos, siguiendo las recomendaciones de la pirámide alimenticia y el plato del buen comer. Pongan atención al aspecto de frutas y verduras: color, forma, olor. Los chicos sabrán que están haciendo algo importante.
3. Opta por ingredientes naturales
Aunque los ingredientes procesados pueden ser una opción rápida, por lo general contienen un nivel vitamínico menor y con grasas, azúcares y sales mayores a los ingredientes naturales. Enseña a tus hijos a preferir lo natural. Si es posible, vayan al mercado a conocer la variedad de alimentos naturales frescos que hay a disposición.
4. Diseñen juntos el menú
Ya sea que tú cocines o lo haga alguien más en casa, diseña con tus hijos el menú: intenta que éste sea variado y se apegue lo más posible a lo aprendido en clases. Identifica cuáles son los platillos que más les gustan y cuáles los que menos. Realiza variaciones para que los alimentos cumplan con los requerimientos energéticos deseados, por ejemplo: lasaña vegetariana o hamburguesas de lenteja
5. Que los chicos apoyen en la cocina
Cocinar es una de las experiencias más bonitas del mundo, por eso escuelas como el Colegio Sn. Ángel ofrecen cursos de gastronomía a los estudiantes. Ya sea que los chicos tomen esta asignatura o no, involúcralos en la cocina. De esta forma no sólo aprenderán las características de la cocina saludable, sino también obtendrán saberes valiosísimos para su vida. Celebra sus platos bien logrados y ayuda a que mejoren los que no lo son.
6. Que la mesa sea un lugar seguro
Aunque en el mundo moderno suele ser complicado comer en familia, diseña un espacio seguro para los alimentos. Es decir, que las personas que estén en la mesa convivan, disfruten juntos la comida. Apaguen o alejen los dispositivos móviles y distracciones como la televisión. Esto, además de agregarle una valía emotiva a los alimentos, favorecerá la convivencia y los valores familiares.
7. Nunca castigues a tus hijos con comida
Pues pueden asignar connotaciones negativas al acto de comer. De ser posible, encuentra sustitutos para los alimentos que no les gustan. Experimenta y deja que ellos experimenten con nuevos sabores y formas de preparación. Puede llegar a suceder que un alimento que no es de su agrado, con el tiempo, se convierta en uno de sus favoritos.
De la misma forma, no utilices los alimentos como premios, sobre todo si se trata de golosinas o comida con bajo nivel nutrimental
8. Enséñales que no hay alimentos malos
Carne, frituras, caramelos. Todo está permitido en la nutrición bajo las condiciones correctas. El énfasis no está en los alimentos, sino en la alimentación.
Sigue estos consejos y en equipo con tu escuela conseguirás que la buena nutrición sea parte de la vida de tus hijos.
